Rell Sunn, la reina de Makaha, la indiscutible reina del surf hawaiano, puede que sea el icono femenino más actual para el deporte. Faltas, como hemos estado las mujeres, de referentes, creo que Rell Sunn puede ser uno de los más potentes para las niñas de hoy. Es probablemente la surfista hawaina que más ha inspirado a generaciones de surfers posteriores y que más debería inspirarnos hoy. Luchó por la igualdad de las mujeres surfistas profesionales creando junto a otras pioneras del surf femenino la organización Women’s Professionals Surfing.
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Auntie Rell (Tita Rell), como era conocida en su comunidad, encarna para muchos, también para mí, el verdadero espíritu surfer. Es una de las pioneras del surf femenino y del surf hawaiano y fue también la primera mujer socorrista profesional de Hawai (una profesión de gran relevancia social en un país en el que se venera el océano). Pero no sólo esto, también impulsó en su comunidad el surf entre los niños e inició un pequeño campeonato infantil, Hawaiian Menehune surf contest que le servía para recaudar fondos y premiar a los niños con menos recursos. Inspiró a generaciones de mujeres y hombres surfistas de Hawai. Su energía y pasión le servirían para surfear la ola más grande de su vida, un cáncer con el que convivió durante 15 años.
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Descubriendo a Rell Sunn
No solo voy aprendiendo a surfear. También estoy aprendiendo de la cultura e historia surfer. Topé con Rell Sunn mientras buscaba imágenes retro de mujeres surfistas. Encontré entonces un vídeo en el que una mujer se deslizaba con una asombrosa fluidez por su tabla. No podía dejar de ver ese vídeo una y otra vez. Busqué más vídeos de ella y descubrí también a la poderosa surfista de increíble fortaleza en maniobras en olas grandes que había detrás de sus gráciles movimientos. Buceé por Internet y encontré varias referencias: Rell Sun, Queen of Makaha o Auntie Rell era, además, el referente de Kalani Robb, uno de los surfistas que más me gustan por su espíritu, por lo “salao” que es, y porque se lo pasa en teta en el agua, con tablas cortas o con corchopan.
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Leí entonces más detalles sobre la historia de Rell Sunn y decidí ver el documental sobre su vida: “The heart of the sea”. Para los que se animen a alquilar este documental como yo hice, solo una advertencia, está en inglés sin subtitular. De todas formas, sólo por verla surfear ya merecen la pena los 4 euros de alquiler.
Rell Sunn, The heart of the sea
El nombre hawaiano de Rell Sunn, Kapolioka’ehukai, significa heart of the sea, y realmente creo que lo era. El magnífico documental nos descubre a una Rell Sunn experta buceadora y nadadora de aguas abiertas. Ella misma confiesa que lo que más le gustaba era bucear y pasar tiempo debajo del agua.
“Todos esos hombres contaban grandes historias y me juré que un día las mujeres podríamos contar esas mismas historias maravillosas”.
La hawaiana surfeaba desde los 4 años. Cuenta en una entrevista que, siendo muy joven, llegaron a su comunidad, Makaha (capital del surf de big waves en Hawai), numerosos surfistas de todo el mundo para un campeonato. “Todos esos hombres contaban grandes historias y me juré que un día las mujeres podríamos contar esas mismas historias maravillosas”. De hecho, ya de adolescente Sunn, era capaz de coger grandes olas sin mostrar miedo alguno. Su destreza y su estilo la llevaría con tan solo 16 añosal campeonato del mundo en San Diego.
Heart of the Sea from Swell Cinema on Vimeo.
Oklahoma y el regreso al surf
Unos años más tarde, la surfista se trasladó a Oklahoma con su novio. Se casaron y tuvieron un hijo. Sin embargo, Rell Sunn acabó separándose de él y regresando a Hawai y al surf. A pesar de que llevaba varios años sin surfear, Rell Sunn, regresó con la misma energía y pasión. En 1976 se unió a un grupo de pioneras surfistas en un tour internacional en el que abanderaron la lucha por la igualdad de la mujer en el surf profesional. Querían patrocinios por el mismo dinero que ellos (¿os suena de algo?) y sin que el tamaño del bañador fuera el condicionante. (Ay, si Rell viera Instagram… en fin…). Y logró crear, junto a otras surfistas, la organización Women’s Professional Surfing.
Everybody’s dream girl
Rell Sunn era la mujer de los sueños de todos los chavales de Hawai. No lo digo yo, lo dice uno de los chicos que conoció a Sunn en el documental. Rell estaba en sus sueños, en sus metas, y en sus cabezas. Siempre tenía tiempo para los niños, para animarles y hacerles sentir ganadores, para devolver a los niños con más problemas las ganas de soñar, para hacerles sentir con el surf que ellos podían lograr lo que quisieran. En las décadas de los 70 y 80 Makaha era una ciudad muy castigada por las drogas y el surf ofrecía a los chicos algo saludable que hacer a la salida de los colegios. Lo que comenzó como un juego en el cumpleaños de su hija, un pequeño concurso de surf, fue año tras año convirtiéndose en un campeonato reconocido a nivel internacional. Todos los chavales querían surfear y competir. “Se trataba no solo de ganar sino sobre todo de mostrar al resto las habilidades, inventar maniobras y aprender confianza en uno mismo”, apunta Rell Sunn. Y así fue como Rell Sunn fundaría el Hawaiian Menehune Surf Contest que permanece todavía, 43 ediciones después.
Vivir el cáncer surfeando olas
Con 32 años, Rell Sunn era la campeona, estaba en el primer puesto del ranking femenino mundial de Surf. Entonces, durante un campeonato en California le detectaron un cáncer de pecho en estado muy avanzado. Y, aunque los médicos le dieron solo un año de vida, Rell Sunn surfearía durante 15 años más. “Cuando me diagnosticaron la enfermedad, los sponsors se retiraron. Me sentí devastada y pensé, oh, siento haberos decepcionado”, explicaba la surfista. “Cuando estaba con la quimioterapia, con los dolores en la espalda, en el pecho y con los efectos de la terapia sentía que no era yo, que no era mi vida, pero cuando volvía al océano, pensaba: esta sí es mi vida, esta soy yo”.
Estaba ya bastante enferma cuando decidió acompañar a un grupo de los chavales surfers al campeonato de Francia donde les habían invitado. Cuando ya no podía ponerse en pié sobre la tabla, Rell Sunn seguía metiéndose en el océano para coger las olas tumbada y sentir el mar.
Falleció con tan solo 47 años. Cientos de surfers se dieron cita en la playa para homenajear a la mujer de lo sueños de todos, a la mujer que quisimos ser las mujeres, a la surfer que querrían ser todos los surfistas, al espíritu bondadoso que debería inspirarnos siempre.